Tabaco y adolescencia: qué hacer cuando descubres que tu hijo fuma

Tabaco y adolescencia: qué hacer cuando descubres que tu hijo fuma

¡Saludos a todos los padres de adolescentes! Hoy vamos a abordar un tema que preocupa a muchos de vosotros: tabaco y adolescencia. Sabemos que ver a nuestros hijos con un cigarrillo en la mano puede ser un golpe duro, pero no os preocupéis. Como psicóloga clínica experta en adolescentes, estoy aquí para brindaros algunos consejos sobre cómo afrontar esta situación de forma positiva.

Tabaco y adolescencia, un problema en auge

Es un hecho alarmante que cada vez más jóvenes comiencen a fumar a edades tempranas, y es comprensible que como padres no sepáis cómo enfrentar esta problemática. De acuerdo a las últimas estadísticas, la edad media de inicio al tabaquismo en los adolescentes es de 13 años, lo que puede resultar sorprendente y preocupante para muchos de vosotros.

Incluso, aproximadamente el 12,5% de los jóvenes de entre catorce y dieciocho años fuma a diario, a pesar de las campañas informativas sobre los peligros del tabaco, especialmente para los más jóvenes. Es una realidad preocupante que entre 82.000 y 99.000 jóvenes comiencen a fumar todos los días, algunos de ellos incluso menores de 10 años. En efecto, tabaco y adolescencia es un preocupante binomio en auge que puede agudizarse entre la adolescencia temprana y adolescencia media.  

Como bien sabéis, el tabaquismo es una grave amenaza para la salud, y en el caso de los adolescentes, cobra un carácter aún más perjudicial debido a su etapa de desarrollo y crecimiento. Es fundamental que tomemos cartas en el asunto y sepamos cómo detectar si nuestros hijos fuman para poder guiarlos y aconsejarles adecuadamente.

¿Cómo saber si vuestro hijo adolescente fuma?

Para empezar, es esencial que os mantengáis comunicados con vuestros hijos. Hablad con ellos a menudo, preguntadles sobre sus amigos, sus actividades y si han probado el tabaco. La confianza es una herramienta poderosa para conocer sus inquietudes y problemas.

Observad también si su ropa, pelo o manos huelen a tabaco al llegar a casa, aunque es importante hacerlo sin comportarse como un policía. El diálogo abierto y tranquilo es la clave para que se abran a vosotros y podáis abordar el tema de tabaco y adolescencia con vuestros chavales.

Cortar la relación tabaco y adolescencia, ¿cómo conseguir que dejen de fumar?

En primer lugar, es fundamental entender por qué fuman. Muchos chicos y chicas lo hacen por la presión del grupo o porque creen que fumar les hace ver más «guays». O simplemente, porque «mola» ¿A quién de vosotros, en su momento, no os dijeron que fumar ayuda a “ligar”? En este sentido, debemos hacerles ver que esto no es necesario y que fumar conlleva graves riesgos para la salud.

Ahora bien, si en casa hay fumadores, considerad la posibilidad de dejar de fumar vosotros también. Esto no solo reducirá el impacto negativo en vuestros hijos, sino que también les mostrará que estáis comprometidos con la causa y que no les estáis dando un mensaje contradictorio. Lo he dicho en otras ocasiones: ¡No os justifiquéis si tenéis las mismas conductas que queréis cambiar en vuestros hijos! Más allá de la relación tabaco y adolescencia, fumar es perjudicial para cualquier persona. ¡Así que dar ejemplo es una excelente idea!

De igual manera, informadles sobre los efectos perjudiciales del tabaco de manera clara y concisa, utilizando hechos y datos concretos. Es importante que entiendan que el tabaco afecta a su salud a corto, medio y largo plazo, y que no es solo un problema para cuando sean mayores.

En paralelo, fomentad en vuestros hijos hábitos saludables, como la práctica de ejercicio regular, ya que los adolescentes activos son menos propensos a fumar. Además, es esencial trabajar en el desarrollo de su asertividad y la propia valoración, para que sean capaces de decir «no» y no dejarse influenciar negativamente por los demás.

¿Qué hacer si lo pillas fumando?

Ahora bien, si descubrís que vuestro hijo fuma, recordad no asustaros ni castigarlo. Los adolescentes minimizan los riesgos de las acciones peligrosas, y un castigo solo podría llevarlos a fumar en secreto, empeorando la situación. En cambio, buscad un momento tranquilo para hablar con él o ella, sin acusaciones, sino mostrando preocupación y ofreciendo apoyo.

Por mi experiencia, estoy muy convencida en que la adolescencia es una etapa de vulnerabilidad y experimentación. ¡Yo la viví y vosotros también! No es un motivo para asustarse, sino para ocuparse del tema.

Asimismo, hablad sobre el consumo de alcohol, cigarrillos y drogas con vuestros hijos antes de que lleguen a la adolescencia, estableced vuestra postura al respecto y permitid que puedan expresar todas sus dudas. ¡Ataja el problema antes que se presente! Así, estaréis proporcionándoles las herramientas necesarias para enfrentar estos desafíos con responsabilidad y conocimiento.

¿No sabéis cómo abordar la situación? ¡Puedo ayudaros!

Como padres de adolescentes, es crítico estar al tanto de sus acciones y preocupaciones, y abordar el tema del tabaquismo con calma y confianza. Pero si tenéis dificultades para informarles sobre los riesgos y fomentar hábitos saludables y dialogar con ellos sin juicios, yo puedo ayudaros. Soy Mercedes Cimas, psicóloga especialista y con experiencia en terapia para adolescentes.

Juntos, con una terapia breve en la que no necesariamente tiene que estar presente vuestro hijo, podemos abordar el problema de tabaco y adolescencia. Y siguiendo indicaciones precisas, obtendréis resultados garantizados, ayudándoles a tomar decisiones conscientes y responsables. Podéis contactarme para encuentros presenciales en mi consulta de Palma de Mallorca o por videollamada.